martes, 20 de octubre de 2009

DESPEDIDA DE NORUEGA


La última semana en Noruega fue inolvidable.

Por un lado, la visita de mis amigas Paula, Esti, Angela y Belén y por otro lado la llegada de las primeras nieves en este tiempo otoñal fue la guinda del pastel.


Mi último día de trabajo fue el día 30 de Septiembre y mis amigas vinieron el día 29. Yo ya contaba los días para terminar, porque estos últimos días en el hotel nos tocó hacer las limpiezas generales, y os aseguro que estaba ya hartica de darle al cepillo.... Como el hotel cerraba, dejan todo limpio y preparado para cerrarlo hasta Mayo del año que viene, que empieza de nuevo la temporada.

Las habitaciones las dejan limpias como la patena (os lo aseguro) y todos los muebles los cubren con sábanas, así el año que viene cuando llegan no tienen más que dar un repaso.

Me gustaría acabar esta sección de crónicas escandinavas contando algunas cosas, ya que al final habéis visto que me he centrado demasiado en mis excursiones montañeras, pero la verdad es que en realidad ha sido lo que más he hecho y claro, se ha notado en el blog. Ya he tenido críticas de amigos diciéndome que ellos querían que contara más cosas que me pasaban en el día a día, pero estando viviendo en un pueblecito como Geiranger, que tiene 200 habitantes, las posibilidades de actividades están limitadas.


A los noruegos se les conoce por su seriedad, y he de decir que sí que son serios, pero muy muy amables, son la disponibilidad personificada. Luego cuando os cuente nuestro viajecito, opináis.


Mis jefes Anne-Kristin y Tore, se han portado muy bien conmigo, la verdad es que no tengo ninguna queja, siempre que les he pedido algo me lo han concedido y el trato que tienen con el personal es muy bueno. En los dos meses que he estado trabajando nos han invitado a cenar a todos en dos ocasiones, sin privarnos de nada, comida y bebida gratis. Y en la última cena, nos agradecieron nuestro trabajo en esta temporada. Creo que son los típicos jefes que se preocupan por sus empleados y lo agradecen.


Los salarios en Noruega son mejores que allí, pero hay que tener en cuenta que el nivel de vida es muy alto, así que al final es parecido. Lo que pasa que en mi caso, al estar alojada en el hotel, lo que se tiene que pagar por comer y dormir es poco, entonces al final ganas el doble de lo que se gana allí. Además al no haber demasiadas cosas que hacer no se gasta casi nada, es más gasté mucho más en la semana que vinieron mis amigas que en los dos meses que estuve.


En el salario mensual te descuentan un 35 % de impuestos, pero afortunadamente el año que viene sobre el mes de Junio te lo devuelven casi todo.

Luego en Noviembre de este año me dijeron que me harán una transferencia del 10,2 % del total ganado que corresponde al prorrateo de las extras.


Yo como trabajaba en el hotel, tenía una habitación que estaba situada en un edificio enfrente del hotel, este edificio lo llamaban “SOLTUA” y mi habitación era la no. 3, la habitación era pequeña (una cama, un armario, una mesilla, una silla y un lavabo), para mí era suficiente, aunque había gente que decía que era demasiado pequeña... la ducha la compartía con 4 más y todas las comidas las hacíamos en un comedor que había para la plantilla. En el comedor había dos neveras grandes con leche, yogures de 5 sabores diferentes, fruta, embutidos (salami, jamón cocido, quesos de 3 tipos, ...., mermeladas de todo (fresa, frambuesa, arándanos, ciruela, albaricoque, manzana, melocotón...), mantequillas, hortalizas....., luego había cereales de varios tipos (muesli, cornflakes, arroz hinchado...), café, infusiones de todo tipo, nesquik, tostadas integrales, panes de diferentes clases....


A las 16:00 p.m. hacían la comida fuerte del día, un día macarrones, otro lasaña, otro salmón con guarnición, pollo, salchichas, cerdo, ensaladas, verduras, pancakes....., vamos de todo. Yo comía muy bien, eso sí hay que decir que la verdura y la fruta que hay en Noruega es bastante insípida, nada que ver con lo que estamos nosotros acostumbrados.

Había un bizcocho con nata, mousse de fresa y chocolate con arándanos que me encantaba.....me acuerdo que el último día que hubo, lo saboreé de una manera exagerada, pero cómo disfruté...Había también una crema de chocolate, tipo nutella, que solía merendar muchas veces...(je, je...).

Lo curioso en este hotel, que casi todos los empleados eran de fuera, muchísimos estonios, suecos, finlandeses, polacos y un francés, una alemana y yo. Noruegos, creo que eran solo los jefes y 3 cocineros, el resto de fuera.

Así que aprender inglés como que poco. Cuando estaba a solas con la gente sí que hablaba en inglés, pero como se juntaran dos del mismo país, OLVIDATE!!!Las chicas que trabajaban conmigo eran casi todas estonias, así que en la hora del almuerzo en qué creéis que hablaban, pues en estonio, y yo qué entendía? Pues nada.


Me ha venido bien vivir esto, para saber lo que es estar sola acompañada, que ahora en el principio de mi viaje voy a vivir muchas situaciones así y yo creo que ya no me sentiré rara. Vamos que mi experiencia en Noruega me ha hecho descubrir nuevas facetas de mí, que aunque sea de carácter muy sociable, también sé estar calladita y bien a gusto.

Como he comentado antes, en el mes de Agosto sólo libré 5 días y en Septiembre 4, así que no he podido moverme demasiado. Además las conexiones de autobuses en Geiranger son muy escasas, y como tienes que estar pendiente de los horarios de ferries para volver, no es posible desplazarse muy lejos. Si se tiene coche, se pueden hacer más cosas, pero como no era mi caso, pues nada.


Así que las únicas salidas que he tenido antes de que llegaran mis amigas fueron a STRANDA, que fui un día con mi jefa y con una chica alemana que se llama Verena.

Stranda es un pueblecito más grande que Geiranger, que tiene mas comercios, pero que no tiene nada de encanto. Fuimos a darnos de alta en la oficina de impuestos.

El día nos salió muy bueno, y el trayecto para llegar es muy bonito, primero se va por la carretera de los águilas hasta Eidsdal, otro pueblecito, donde se coge el ferry para llegar a Stranda, en este punto también se puede coger otro ferry para Valldal.


En el trayecto del ferry nos fuimos a la cubierta para poder admirar el paisaje, fiordos, sol y montaña.

Os pongo fotos de este día.

Pueblecito de Eidsdal visto desde el ferry y travesía.



Iglesia de Stranda.



En Agosto pedí dos días seguidos de fiesta, y aproveché para ir a Alesund.

El primer día llovía muchísimo y los jefes nos dejaron su coche y me fui con Verena hasta Diupasita...a darnos una vuelta, luego yo cogí el autobús para Alesund. Ya esperando el bus, me encontré con dos chicas valencianas, Mª Angels y Melanie, con ellas hice todo el trayecto, resulta que nos alojábamos en el mismo hostel y me fui con ellas. Cené con ellas y al día siguiente desayuné con ellas y me despedí, porque cogían un tren para Bergen, cuando ya se iban conocí a dos mujeres gallegas y me fui de tour por la ciudad con ellas, luego decidieron coger el mismo autobús de vuelta a Geiranger conmigo, así que estuve acompañada todo el rato. Y en el recorrido se veía:



ç



Visitamos toda la ciudad, fuimos a un mirador en el que se veía Alesund al completo, y he de decir que era vista bien bonita.






Fuimos a ....y vimos una exposición de un pintor que me gustó mucho.

Alesund es una ciudad nueva, que fue reconstruida entera después de un incendio que arrasó con todo. Muchos edificios son de Art Nouveau, y realmente tienen mucho encanto.





A la vuelta a Geiranger:



En Herdal cogimos el ferry para Geiranger:







Otro día que tuve fiesta, fui con Luciano (el novio de mi amiga Anna) a una excursión que hacen con los turistas. Luciano era nuestro guía y os aseguro que me hizo pasar bastante vergüenza porque enseguida dijo por el micrófono, solo decir que entre vosotros está una compatriota de Pamplona....yo no sabía por donde meterme...

A Geiranger llegan casi todos los días de la temporada barcos gigantes con miles de personas, que desembarcan en Geiranger y los llevan en autobuses a los puntos de interés turístico más importantes, que normalmente son: Dalsnibba, que es un mirador que está a 1500 metros de altura, en el que se ve todas la montañas de la zona y el fiordo debajo de todo, es verdad que es bonito, pero no tiene nada que ver que hacer una caminata por la montaña y llegar a la cima con tus propios medios....Es más el día que fui yo con Anna, me decepcionó bastante...cualquier ascensión al Laushornet, Visahornet, Keipane...es muchísmo más bonita, aunque vais a ver que también es bonito:






Y a Herdalssaetra, que es una granja que está muy cerca de un pueblecito llamado Norddal, en donde te explican la elaboración del queso de cabra, más específicamente el queso marrón, muy típico en esta zona de Noruega. El lugar es muy pintoresco, esta granja está rodeada de montañas y cataratas, y tiene un encanto especial. Después de la explicación viene la degustación y las compras... Puedes probar todos los quesos....Luego te llevan a un café y toman un cafecito o un té con un trozo de tarta.







Virginia con Luciano. El boludo argentino....je, je...


Los demás días de fiesta los aproveché para hacer trekkings, como ya habéis visto.

Me hizo mucha ilusión la llegada de mis amigas, aunque he de decir que pasé un poco de miedo, porque resulta que justamente 4 días antes de que llegaran empezó a nevar bastante en las cumbres de los alrededores y el día 29, día que llegaban, ya desde la tarde comentaban que podían cerrar el puerto por el que venían....Hablé con ellas para advertirles de la situación de las carreteras y decidieron llegar a Geiranger, Llegaron sobre las 23:30 de la noche y me comentaron que habían recorrido unos cuantos kilómetros con la carretera blanca y circulando muy muy despacio.

Mi jefa nos dejó alojarnos en dos habitaciones triples del hotel durante dos noches. Cenaron un poco y estuvimos cotorreando bastante rato. Nos fuimos a dormir, porque estaban muertitas del viaje...Al día siguiente era mi último día de trabajo, así que yo ya estaba muy contenta y les dije que fueran a Alesund.

El día 30 terminé de trabajar, recogí mi habitación y hice las maletas. Me instalé definitivamente en la habitación del hotel y esperé a que llegaran las invitadas. Ese día nos prepararon para comer lasagna, que estaba buenísima y con permiso del cocinero cogí una buena ración de carne y otra buena ración vegetariana. Cuando llegaron cenamos solitas en el restaurante del hotel, super a gusto.

A la mañana siguiente nos levantamos muy temprano, desayunamos, recogimos las habitaciones y nos fuimos hacia Trondheim.



Queríamos pasar por la carretera de los Trolls, “Trolstiggen”, pero muy a nuestro pesar, debido a las nevadas, cerraron esta carretera, así que optamos a hacer el recorrido de la carretera Atlántica, empezando por el pueblecito pesquero de Bud y terminando en Kristandsund...

Aquí está Bud.









El paisaje era precioso, casi todo el recorrido se hace por la costa y se ve el mar todo el rato. El tiempo no era muy bueno, porque llovía todo el rato y hacía mucho frío, aunque he de decir que nos respetó bastante, porque al llegar a los sitios que nos interesaban, dejaba de llover y una vez en el coche, continuaba, así que ni tan mal.



Atlantic Road.




En Trondheim nos pasó algo super gracioso, no hicimos muy bien, pero nos vino super bien.

Habiamos reservado en un hotel una habitación, y al llegar allí, llegamos a esa calle, y nos metimos en un lugar que creíamos que era el hotel y va era una pensión, que tenía cocina en las habitaciones y era más barata que el hotel, así que reservamos dos habitaciones y nos hicimos unas ensaladas, calentamos la lasagna que nos había sobrado el día anterior y cenamos DE LUJO.

Al día siguiente visitamos Trondheim y luego ya fuimos bajando hacia Oslo.

Trodheim.




Pasamos por Lillehammer y fuimos a las instalaciones de los juegos olímpicos. Paula estaba super contenta, hicimos fotos y algún vídeo.




A la noche ya llegamos a Oslo, y Belén y yo cogimos un tren a la noche para llegar a Stavanger, Angela, Paula y Esti se fueron a un albergue de allí. Angela se volvía ya al día siguiente y Paula y Esti se quedaron al día siguiente a ver Oslo.

En el tren no dormimos muy bien, no cogíamos postura, y eso que te daban una mantita, una almohada, unos tapones para los oídos y un antifaz...sí, sí,...ése es el pack del viajero. Llegamos a Stavanger a las 7:30 de la mañana. Preguntamos al autobusero por el hotel donde íbamos y nos mandó al centro (pero no estaba allí el hotel), volvimos a preguntar a otro autobusero y nos decía que no sabía. En ese autobús había un hombre que enseguida se acercó para ver el mapa y aunque no sabía inglés enseguida hizo un par de llamadas por teléfono para informarse dónde se situaba el hotel, nos dijo por señas (fue muy gracioso), que nos quedáramos en ese autobús y esperáramos 2 paradas. El conductor no nos cobró el ticket y nos hizo señas al llegar a la segunda parada, antes de eso, a Belén, le pasó una cosa muy graciosa...je, je..cuando se iba a sentar en los asientos plegables del autobús, después de que nos observaran todos los pasajeros bastante, después del revuelo que organizamos, va y se cae toda larga al suelo, intentó sentarse en la silla pero se plegó antes de tiempo....Imaginaros la escena....Hartón de reir......Luego llegamos a la parada, nos bajamos, nos dijeron que teníamos que pasar un túnel, lo pasamos y vimos un supermercado. Belén dijo de entrar y preguntar, pero yo le dije no, que viene ahí un coche, vamos al coche, sale un abuelico, le preguntamos y el hombre todo emocionado nos decía que había ido de vacaciones a Alicante, que qué majos que éramos....total que nos cogió las maletas, las metió en el maletero y nos llevó hasta la puertita del hotel....vamos mejor, imposible.

Llegamos al hotel dejamos las maletas, preparamos las mochilas y nos fuimos amino al Púlpito. El tiempo era horroroso, estaba venga llover, pero aún y todo, decidimos ir.

Fuimos a coger el ferry hast la isla de Tau. Llegamos a las 11 de la mañana y ponía que no había autobús que nos llevara hasta las 12:00, como hacía muy mal tiempo, estuvimos en una casita con baños, que tiene unos bancos con calefacción radiante. Total que llega el autobús, le decimos que queremos ir al Púlpito, y nos dice que se ha acabado la temporada y que hasta las 13:50 no hay autobús......pero le dimos pena al conductor porque nos dijo, pero bueno si queréis montaros y luego os traigo. No nos quiso cobrar y dimos un voltio por toda la isla....Nos vino de maravilla y vimos todo.

Isla de Tau.



Luego nos llevó hasta el punto donde empieza la caminata “El Prekeistolen”. (El Púlpito).



La caminata era muy chula, pero llovía casi todo el rato. Así que llegamos arriba, y qué veíamos???Niebla, nubes y poco más.....La maravillosa foto de los folletos turísticos quedó en nuestra memoria, pero la realidad fue distinta. Llegamos y fuimos a la famosa piedra, eso sí el fiordo, nos lo imaginamos, porque no se veía de la niebla. Pero eso sí, el buen humor no se nos pasó...je, je...



Así que decidimos que algún día volveremos con sol y buen tiempo.

Al volver nos calamos enteritas....y aunque bajamos para las 18:00 horas, no teníamos el autobús de vuelta hasta las 20:50, así que fuimos a un albergue que había, con mucho cuidado nos preparamos un bokata y comimos y nos fuimos acercando a la chimenea que había, más tarde nos quitamos las botas caladas y los calcetines, y las pusimos en la chimenea. Belén directamente puso sus cosas en los radiadores de los pasillos....Y estuvimos hablando con unos chicos de Barcelona que estaban de Erasmus en Oslo, ellos creían que estábamos alojadas en el hostel, pero SORPRESA!!!! Fuimos de invasoras totales....pero es que qué ibamos a hacer??? Agarrarnos una pulmonía??? Pues no. Instinto de supervivencia en potencia....je, je....



Hacia las 20:30 nos fuimos y vimos que había un hotel al lado, fuimos, nos tomamos un cafecito caliente y cogimos el autobús.

Llegamos al hotel y nos dimos una señora ducha. Nos la merecíamos.

Al día siguiente, nos levantamos, desayunamos como dos hambrientas, porque nos pusimos hasta arriba de todo....eso sí, no dejamos nada de nada....Fuimos al centro a dar un paseo y de ahí a las 12 cogimos un ferry para Bergen. Como había marejadilla, nos llevaron hasta un pueblo, y en autobús nos llevaron a otro para coger otro ferry.

Llegamos a Bergen, fuimos al hostel, dejamos todo y nos fuimos a callejear.






Nos hicimos unos espaguetis a la carbonara de chuparse los dedos y estuvimos en Internet organizando la ruta para los dos siguientes días. Cogimos un aparta-hotel en Gudvangen para la noche siguiente.


Bergen – Voss - Gudvangen.

A la mañana siguiente desayunamos y fuimos a alquilar un coche. Lo alquilamos para 2 días, pero tuvimos que alquilarlo con la condición de dejarlo en Bergen. Ya que si lo dejábamos en Oslo nos cobraban casi 5 veces más.

Y nos pusimos en ruta. Una ruta preciosa, imagirnaros que nos costó hacer 120 Km, 6 horas....




Qué majos los trolls!!!!











Llegamos a Gudvangen, un pueblecito también muy bonito.




Nos instalamos en un apartahotel que cogimos por Internet y nos encantó, era super bonito. En madera, con ventana en el techo, así que veíamos las montañas cuando nos echábamos en las camas..

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Foto creativa: Nos reflejamos en el espejo de enfrente.



Al día siguiente fuimos a Flam en el ferry.




Luego íbamos a volver a Voss por una carretera que nos habían dicho que estaba muy bien (la carretera de Aurlandvegen),





pero cuando íbamos por la mitad del camino estaba venga nevar y la carretera estaba blanca y como dos chicas prudentes que somos nos dimos la vuelta. Volvimos por la carretera que habíamos visto ya



A la noche cogimos el tren en Bergen a Oslo y a la mañana siguiente volábamos a casa.


Con esta foto del mirador Flydalsjuvet me despido de la pintoresca Noruega. Hasta el año que viene!!!!!